Pero que nos vamos… Nos vamos a la mierda

Mientras la prima se dispara la clase media avanza descontroladamente hacia la pobre. La pobre se va a la mierda y la rica., ah amigo., ahí es donde yo te quería ver..., pues la rica cada vez se hace más rica. Eso es lo que yo denomino vamos de culo los pobres y los medios. Y van de vicio los ricos y los más ricos.

Cierto es que en este lío que se están metiendo, a algún rico, lo van a hacer pobre pero será la excepción y desde luego los no más avispados. Yo lo tendría claro, si fuera rico y veo que pierdo un céntimo cierro el chiringuito que para eso tengo protección. Es más presiento le están dando obligaciones para protegerlos. Si tu empresa no tiene beneficios tienes el deber de despedir. “que se jodan”.

Para el trabajador todo lo contrario. El currela tiene derecho a ser despedido, a no ser indemnizado y si te pones a pagar casi por la cartilla del paro.

¿Qué está pasando? ¿Se creen que somos gilipollas?

Todos sabemos que el españolito se ha caracterizado por vivir bien haciendo lo justo. Lo nuestro, el cubo de quintos, con mucho hielo. Si no duele la garganta la cerveza al pasar está mala. Ahora si duele la garganta aunque sea la tercera marca del DIA la cerveza está divina. Por cierto que las sardinas con el cubo no pueden faltar. Y luego a tomar el sol con las manos grasientas y apestadas de sardinas en la orilla de la playa. La barriga cada vez más grande es síntoma de que las vacaciones son merecidas y lo demás nos importa una mierda.

¿Nos importa una mierda ver que nos vamos a la mierda?

Yo no soy gilipollas y como yo somos mucho millones de españoles los que tampoco lo son y los que estamos dispuestos a luchar. Si hay que cambiar el sistema se tendrá que cambiar. Si hay que usar los cascos de los quintos y las raspas de las sardinas como armas de defensa se usarán y sino usaremos nuestros ingenuos y nuestra sabiduría. La misma sabiduría que un día nos hizo conformista y hoy nos obliga a convertirnos en todo lo contrario. El español no es gilipollas ni lo ha sido nunca. No somos culpables de tanto despilfarro... No lo somos, al menos, ¡Tú y yo no! Político no nos responsabilices de tus malas gestiones. No quieras hacernos además de pobres tontos... Y tú banquero, ay banquero… Lo que debes hacer es devolver el dinero antes de que nos caigamos por el precipicio. Como no lo vas a hacer (de momento) como no te van a obligar a que lo devuelvas (de momento) te obligaremos nosotros. Tiempo al tiempo.

Pero antes vendrán los de negro a sacar más mierda. Si estos no son también corruptos… con sus informes nos seguiremos echando las manos a la cabeza. Con sus recortes nos seguirán poniendo más con el agua al cuello. Y entonces será cuando todavía seamos más. Cuando el trepa, el primo o el enchufado se una a la guerra. No será una guerra pero tal vez si sea una revolución. Dios! no quiera tenga que ser ninguna de las dos…

La cosa no pinta bien. Mi padre ex sindicalista, socialista o rojo como lo llaman los franquistas ha abierto los ojos. Hoy empieza a admirar a Pérez Reverte. Y como él cada vez somos más los millones de españoles que lo admiramos. Algo está cambiando.

La semana que viene voy a veranear en la Manga. Presiento será mi último veraneo después de muchos años. No soy rico, ni pobre, todavía… No sé si cuando regrese este país estará ya por fin intervenido. Eso si, guardaré los cascos de las cervezas y las raspas por si me hicieran falta…

Javier R. González.