miércoles, 28 de noviembre de 2012
Así vivió el Espíritu el Cross de Artillería 2012
miércoles, 21 de noviembre de 2012
El duelo de artillería. El domingo en Cartagena.
Hará ahora un mes…, que me enteraría que este año sí, el Cross de Artillería de Cartagena, tendría además de la prueba de cinco mil metros, una de trece kilómetros.
Mi entrenador lo tenía claro desde el primer momento, el objetivo es el día nueve de diciembre en la Media Maratón de Torre Pacheco, por tanto, sería interesante participar en la de trece kilómetros.
—Por pijos— No le hice caso. Por primera vez desobedecería sus instrucciones para apuntarme en la distancia por antonomasia, de tal vez la carrera más importante celebrada en Cartagena. Para mí artillería hasta este año seguirán siendo los cinco kilómetros y poco, con un par de rampas, la de la Muralla del Mar y Universidad.
Cinco mil metros, galácticos, hasta el moño de ácido láctico, desde y hasta el Paseo del Muelle. Pasaré sin tiempo de santiguarme, por la Iglesia más grande, “La Caridad” y por la Iglesia donde se casó el Espíritu un cuatro de junio del 2005, “Nuestra Señora del Carmen”.
Correré por el asfalto y enlosado del centro de mi ciudad, sin tiempo de apreciar monumentos romanos, museos artilleros, edificios emblemáticos. Con esmero, podría puntualizar, sin tiempo para Cultura. Pero lo haré, como siempre que corro por Cartagena, con la conciencia de saber estar pisando, a un ritmo de cuatro minutos, parte de la Historia más antigua y grande de España y sobre todo oliendo a mar.
Y llegaré a la meta en el Paseo del Muelle Alfonso XII, y levantaré una mano señalando a ella… Y entonces, frente al Ayuntamiento de la Ciudad Departamental, me darán una bolsa con recuerdos, e iré a besar a la de aquel cuatro de junio y a los dos peques que fruto de su amor me ha dado. Saludaré a mucha gente y me interesaré por quién ha ganado la carrera. Si ha sido mi entrenador Alcaraz, me dará el doble de alegría.
Y Ahora todos comprenderéis porqué este año no corro la prueba larga. Entre o sobre el público que abarrotará la zona de meta, elevaré mi cabeza, que para eso mido un metro ochenta y alzaré la vista hasta donde me llegue, para contemplar el sprint del trece mil. Un sprint con olor a revancha. —¿Quién asomará primero?— Cortés, Alberto, Guevara o tal vez otros atletas como José Luis Conesa…
Por categorías, espero ver a muchos amigos y conocidos subiendo al podium. Me alegraré por ellos. Cada vez son más los populares cartageneros que se acercan al blog. El otro día, me preguntaba Miguel Ros, mientras corría por Tentegorra.
—¿Ey, tú eres el Espíritu? —sorprendido, con una sonrisa descompuesta y un simple gesto de afirmación le contesté (estaba haciendo cuestas y no podía ni articular palabra). Lo mejor vino después, cuando observé que venía detrás mía, para una vez terminar mi serie seguir— Pues estoy deseando leer tu libro. Tío te admiro.
Y claro, si me dice eso una persona, pues tengo que abortar el entrenamiento y hablar con él. A uno le da mucha alegría y podría completar, vergüenza, que lo reconozcan. La magnitud de las sensaciones o sentimientos es tan grande, que ahora mientras lo recuerdo se me humedecen los ojos de emociones, alegrías y cariño.
No sé como agradecer todas las muestras de apoyo que me habéis dado estos días. Cuando la pasada semana, anuncié en twitter que me dejaba esto de correr por un tiempo, que mi cabeza no estaba para dar zancadas…, una ola de afecto y cariño irrumpió con menciones de apoyo al Espíritu. —¡Joder! ¡Qué cojones tenéis todos! ¡Un millón de gracias! No me lo puedo dejar. Correr, conjugado con la blogsfera, me han transformado la vida para mejor.
Volviendo al 25, este año la carrera huele a revancha. Las suertes están echadas... Se vuelven a batir en duelo los más grandes del sureste. Estos y otros tres mil corredores se darán cita en la carrera de las carreras, la del mes de Noviembre, la de la Artillería. La de Cartagena.
No quiero terminar esta entrada, sin antes felicitar a todos las compañeras y compañeros del Club Marathón Cartagena que este año han corrido la distancia de Filípides en Valencia. Por supuesto, a todos los cartageneros de otros clubes o particulares, como mi compañero de patrullas Alfonso Agüera que debutó con éxito en la distancia reina. La felicitación la debo hacer extensiva a todos los participantes de la prueba y organizadores. Muchos sois vosotros.
Y para terminar, esta entrada, que hoy me ha salido un poco larga, se la quiero dedicar a un hombre que sin correr los 42 kilómetros, ha vivido más cerca, con mayor ilusión y con más nervios la carrera de Valencia. Él es el fotógrafo del Club Maratón Cartagena, él es Juan José Pagán Torrano, sin duda, una excelente persona. Todo un ejemplo de compañerismo y superación.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Cross de artillería 2012. Próxima estación.
Todos los que me seguís con asiduidad, sabréis que mi objetivo marcado para este final de año, es rebajar la marca personal que tengo en media maratón, el próximo 9 de diciembre en Torre Pacheco (Murcia). Municipio éste, donde trabajo desde hace 14 años como miembro de la Policía Local.
Superado un pequeño bache anímico, agravado por una infección bucal, vuelvo a los entrenamientos, que nunca dejé, con más ganas y fuerza que nunca. El objetivo para Torre Pacheco, será bajar de la hora y 30 minutos. Difícil pero no imposible.
Ayer tarde, las series de 3000 y de 2000 que me marqué, me hicieron comprobar que parece vuelvo a estar en el camino… Otro factor más a mi favor…, que todavía hay tiempo para mejorar. Aún quedan tres semanas.
Las series con liebre siempre mejor. En la foto, con José Martínez Nicolás
Pero antes, el próximo domingo día 25 participaré en la «Clásica», de «las Clásicas cartageneras». “El Cross de Artillería”. Será mi cuarta participación consecutiva, en la carrera con la que debuté hace ahora 3 años en el mundillo de las Populares.
Es por tanto, El Cross de Artillería, una de las citas que más ansío.
Anoche se cerró el plazo de inscripción. «3013 corredores», ahí es nada… Este año hay una nueva prueba de trece kilómetros que dejará al corredor forastero boquiabierto, ya que podrá disfrutar del Puerto y Faro de Cartagena en todo su esplendor.
Yo, en contra de lo dispuesto por mi entrenador, correré los cinco mil metros. Es la distancia del sufrimiento, pero es la distancia que me tiene que resarcir de mi mala participación el año pasado, cuando sucumbí a las cuestas de la Universidad Politécnica, del Antiguo Hospital de Marina, de la Plaza de Toros, del Anfiteatro Romano.
Ya veis, una sola rampa de trescientos metros todos los alicientes históricos que muestra. Pues imaginarse en cinco mil metros, corriendo por el casco antiguo y por el Puerto de Culturas, todos los monumentos y edificios que se podrán avistar, uno de ellos el Teatro Romano. Por su parte la de trece kilómetros, además acercará al corredor, si cabe más, a la Cartagena artillera y Naval…
Teatro Romano, Casco Histórico, Puerto, Arsenal, Navantia…
Y es que Cartagena no es sólo milenaria, “Cartagena es única”
jueves, 15 de noviembre de 2012
Motivos para sonreír.
Ayer, un miércoles después de mucho tiempo… volví a sentirme pletórico de ánimos. Un decaimiento sin sentido, puesto que sólo tenía un par de motivos negativos, por unos cuantos positivos.
El lunes puse fin a una relación de muchos años que me atormentaba. Prácticamente toda la vida llevábamos conviviendo juntos. Me dolió y durante un tiempo me acordaré. Sé que la echaré de menos pero saldré adelante sin ella. Mandé a tomar por… a la muela.
Dos días después, la infección había remitido y pude entrenar con normalidad. Fueron 40 minutos con 20 intermedios rápidos. No pasaría lo mismo el martes, cuando el capazo de antibióticos, enantiun e ibuprofenos me hicieron abandonar a la quinta serie. Eso sí, antes me había calado. Increíble sensación hacer series en pista lloviendo a manta. El desanimo continuaría instalado en mi conciencia.
Pero ayer, día de la huelga general, que yo por mi profesión nunca podré secundar y que aún pudiendo no sé lo que hubiera hecho (me convirtieron en incrédulo). A lo que iba, ayer decidí sin pensar, creer en la balanza de mi realidad y olvidar ese absurdo atontamiento que me lastra.
En el lado negativo. Ya no está la infección de la muela que ha interferido en mi progresión atlética. Espero los entrenamientos vuelvan a ser los de antes y muy pronto vuelva a recuperar la forma truncada. Por tanto, sólo queda un punto negativo que estoy convencido solucionaré de una u otra forma.
En el lado que pesa, «en el lado cojonudo», englobo: Una familia perfecta. Un trabajo que me encanta, por más que... Y la ilusión de un libro y de todo un equipo de colaboradores, que no sé como les voy a recompensar por todo lo que han hecho por mí.
«De patrulla con Filípides», saldrá a la venta en diciembre. Se podrá comprar por Internet desde varios puntos de distribución, incluida la editorial, Amazon y Corte Inglés. También estará a la venta en librerías.
Pero, yo os recomendaré la web oficial del libro. Creada para el efecto, la adquisición del libro por ella, vendrá acompañada de muchas ventajas. Además tendréis la garantía del autor… Javier Ramón, palabra de Espíritu González.
En próximas entradas contaré un poco cómo se gestó el libro, la sinopsis y presentaré todo el elenco de colaboradores que creyeron en mí, para sacar adelante este proyecto. Yo continúo anonadado por la calidad de los mismos.
¡Madre mía! ¡En la que me he embarcado! Ah, qué os invitaré a todos a su presentación. Sólo por escuchar el padrino de la misma, merecerá la pena el rato.
Como comprobarán…, no tengo motivos para estar de mala hostia. Ayer me di cuenta de ello. Os quiero.
sábado, 10 de noviembre de 2012
Cross de Policía Local de Cartagena 2012.
Cuando la muela da por saco con una infección de caballo, que ni el antibiótico más grande logra vencer… Cuando uno se achanta con el resbaladizo barro… Cuando el mismo uno, es un cagueta en las bajadas técnicas… Cuando la cabeza no está en su sitio por decisiones que trastocan mi paz interior. Cuando pasa todo eso… Pues pasa lo que ha pasado esta mañana en el extraordinario, duro y divertido Cross de la Policía Local de Cartagena.
Un cross al que le tengo mucho cariño por diferentes motivos. Se celebra en mi ciudad. Lo organiza un curso mío, gran mando de la Policía Local cartagenera, al que le tengo mucho aprecio, el Señor Quijada. Y en sus tres ediciones, el Espíritu no ha faltado nunca a la cita. Siendo la del pasado año mi mejor actuación. El terreno estaba más favorable y mi coco también.
La de esta mañana, en lo individual para olvidar…, sólo algunas cosas. Llegaba en mi mejor estado de forma y en el kilómetro 1.5, tras subir un duro repecho, que posteriormente he bajado andando y cagado..., he decidido no disputar la prueba. Lo más curioso es que aún a pesar de no darlo todo, he llegado rendido en meta y es que el desgaste psicológico, a veces puede más que el físico. Dos minutos y pico peor que en 2011.
Causas del descalabro. La emoción por la edición del libro, que llevaron consigo muchas horas de trabajo y ahora algún que otro calentamiento de cabeza, como la fabricación de una web, para proceder lo más rápidamente a su distribución. Los cambios laborales que me esperan en enero, que me quitan horas y horas de sueño, noche tras noche y que difícilmente puedo asimilar. Y la maldita muela que a cada disgusto que cojo, infección que me parió. Todos juntos hacen que mis entrenamientos a pesar de que sean buenos, no son felices.
Espero solucionarlo todo esta semana y volver a reír mientras corro pronto porque me hace mucha falta. A ver si en el Cross de Artillería me puedo resarcir. Quedan dos semanas. Y el objetivo de la temporada que se acerca a pasos agigantados…
Hoy no fue mi día, pero me hicieron sonreír los amigos de la foto. Todos ellos, junto a mi amigo y compañero Sergio Martínez Nicolás, que a la postre fue el vencedor de la prueba, subieron al podium en sus distintas categorías. ¡Todos!
Los admiro. Sólo puedo darles las gracias por dejarme fotografiar con los más grandes atletas de mi querida ciudad, Cartagena.
Sr, Antoñico. Sr. Alloza. Sr. Carlos Gar- Vaso. Yo. Sr. Pacomé y Sr. Ramón Sobrino.
jueves, 8 de noviembre de 2012
«De patrulla con Filípides» en diciembre…
Apreciadas, apreciados, amigas y amigos:
Desde este rinconcito y con este ayudante…, se fraguó “De patrulla con Filípides”. El primer libro de Javier Ramón González.
Firmado el contrato con la Editorial Círculo Rojo, el libro saldrá a la venta en las primeras semanas de diciembre. No se me olvidará invitaros a la presentación.
Un libro que recomiendo, no sólo porque lo haya escrito yo (también lo haría si lo hubieran escrito ustedes…), sino porque en una obra narrativa, vais a poder conocer, descubrir todo los entresijos que se esconden debajo de un uniforme de policía. Y sobre todo, cómo la pasión por “correr”, contribuye a rellenar de valores y bondades al policía que se esconde tras ese uniforme. Suspense, patrulla, la noche, enfermedad, realidad,, correr, maratón.
Podréis ser policías por un día y maratonianos de por vida. Os sorprenderá
Avalado por un prestigioso escritor de la Región de Murcia. (Sigo en una nube). Muy pronto conoceréis su nombre.
Mientras tanto, todo un equipazo de marketing y publicidad, sigue trabajando, durante este tiempo de edición, para rebosar de sorpresas e entusiasmo, si cabe, aún más, las capacidades del Espíritu.
Muchas gracias a tod@s.
En diciembre, “De patrulla Con Filípides”