Mientras me vuelvo loco, escuchando el ventilador del ordenador, me siento frente a ti para compartir contigo un pensamiento delicado.
Leer.., ayer tras ver en televisión Comando actualidad: “Desahucios”, fui directo a la cama cabizbajo, reflexivo. Hecho éste, que apenas me ha dejado conciliar el sueño. Síntesis del programa, vivimos en un mundo plagado de “caraduras” y familias humildes o pobres que necesitan de un hogar donde vivir. El hecho de ser pobres no es sinónimo de humildad. Hay muchos pobres que son unos caraduras. Que difícil distinguirlos pero están ahí. Unos devastados por ser pobres y otros aprovechándose de los buenos. Entre desahucio y desahucio nos encontramos la figura del “geta profesional”, aquél que alquila una vivienda pagando el primer mes y ya no vuelve a pagar más hasta que al año una comisión judicial lo consigue echar. No hay que preocuparse, para ese día ya se habrá buscado otro piso en alquiler donde la volverá a hacer... España está llena de esta clase de getas.
Acusamos al político o al banquero como responsables de los elevados prestamos autorizados. No estoy “del todo” de acuerdo, un banco no te pone una pistola en la cabeza para que firmes una hipoteca millonaria. El que la solicita deberá saber si podrá hacer frente (la gran mayoría de ellas), durante el resto de sus vidas por lo que es una situación muy arriesgada. Aún así en lo que se refiere al desahucio, no se deberían tratar todos los casos por igual. No se puede dejar una familia humilde en la calle mientras los conocidos “rostros profesionales”, deambulan cómodamente, a sus anchas por los domicilios de este país.
Ah y esta es otra, que no me creo ni la mitad de los casos de ayer. Se dice que la cara es el espejo del alma, será cierto, menos cuando va maquillada. La televisión tiene mucho poder de transmisión.., tanto que me han obligado a mi a hacer este post.
Cartagena, hoy ha amanecido nublada, consecuencia de que al mirar el cielo no pueda verle. Estoy convencido de que estás nubes tienen una explicación más allá del hecho de que vaya a llover o nos encontramos a fines de septiembre. De momento, me voy a entrenar.