El año sigue a todo trapo, los kilómetros pesan, las zapatillas se desgastan, las ojeras se remarcan, abdominales ya no quedan y los nervios empiezan a aflorar, “maratón”.
En un mes estaré corriendo mi cuarta maratón. Esta vez será en Murcia. En un mes y medio correré mi quinta maratón. Y esta que será en Valencia. Sí, lo que vayáis a decir lo sé yo ya.
Si echo la vista atrás un par de años, recuerdo mi estado de forma antes de enfrentarme a mi primera maratón: Increíble, pesaba 73 kilos, me encontraba fuerte, las series salían en los ritmos previstos y me presenté en Madrid lleno de ilusiones y esperanzas. No fue tan fiero enfrentarme a la distancia de Filípides como lo pintaban. No conocí el tío del mazo y me quedó la espinita de haber corrido más rápido. Aunque ahora sé que mi inexperiencia jugó a mi favor.
La Puerta de Alcalá testigo de la consecución de mi primera maratón en Madrid
En febrero de este año volvería a enfrentarme a la distancia, Sevilla. No estaba tan ligero ni tan en forma como en Madrid, tal vez porque la publicación del libro mermara un tanto mis fuerzas. Pero el circuito no era Madrid, era llano. Mi inexperiencia jugó esta vez en mi contra. Conocí al hombre del mazo y si me descuido nos hacemos amigos. Fueron muchos kilómetros con él.
Con Chema Martínez, Sevilla 2013
Tan sólo dos meses después, en abril volví a Madrid. Creo me encontraba en forma pero mi carrera no tuvo nada que ver con la del año anterior. No fue ni experiencia, ni inexperiencia, a Madrid este año fui a otra cosa y mi cabeza no estuvo para 42195 metros de rampas. Aún así viví los últimos dos kilómetros más bonitos de mi etapa como corredor.
En volandas con Luis Blanco, director y presentador de “a tu ritmo” Vinilo FM
Y ahora, ¿estoy para dos maratones en dos semanas?
Sinceramente poco han cambiado las cosas desde Madrid, mi vida sigue igual de ajetreada (miento, bastante más) y los entrenamientos me demuestran que ni por asomo estoy en mi mejor forma, a pesar de que no me salte ninguno, sigo la planificación y recomendaciones al pie de la letra de mi entrenador José Antonio Alcaraz. Sí que es verdad que de vez en cuando me sorprendo con algún que otro entrenamiento rápido, pero la realidad es que no encuentro el ritmo crucero de antaño que me haga ser optimista de cara a conseguir bajar las 3 horas 30’, objetivo fijado a priori. No tiro la toalla y seguimos trabajando para ello.
El caso es que no hay vuelta atrás, en un mes estaré en la salida de la primera e histórica Maratón de Murcia. Una maratón a la que iré a “entrenar”, si se puede entrenar durante 42195 metros corriendo sin que esto afecte a mis pretensiones de conseguir una mejor marca personal en Valencia. Como habrá opiniones para todos los gustos, olvidar lo que os acabo de escribir. Es probable que en Murcia busque la marca y me acerque a Valencia a tirar la traca. La decisión está aún por tomar.
Por el momento, este domingo correré la III Media Maratón de Mazarrón tratando de encontrar el ritmo M.