Como se hace una nena pelirroja

 

Siguiendo con mi preparación psicológica de adaptación a la lesión, hoy Espíritu González,  se pone el traje de peluquero para dar una magistral lección, sobre el color del pelo. Si, lo habéis leído bien, sobre la elección del pelo de los niños al nacer, el mismo que normalmente nos suele acompañar, hasta que con los meses o los años se oscurece, se emblanquece o se cae..., a algunos antes que a otros, pero yo de eso ya no “sepo”.. (coñe, que no lo puedo saber todo).

   Yo de lo que entiendo es de colorear los pelos de los bebés, y más concretamente del color que tantas alegrías no has dado este verano, EL ROJO…

   Si vosotros sabéis otra forma de darle el color al pelo lo podemos discutir otro día. Pero esta es mi lección y ahora atendéis sin rechistar hasta que acabe...

    El caso es que mi hija es pelirroja por culpa del Luisma, si habéis leído bien por culpa de mi amigo Luisma, y sobre todo por culpa de las gambas que nos sacó a la terraza de aquel Restaurante de la Manga del Mar Menor, aquella nochecita de verano, donde mi mujer estaba recién preñada y era el día, al parecer, de colorear a la niña que llevaba dentro. Luisma (reconocido profesor de baile de salón) trabajaba en el Restorán, y aquella noche, nos presentamos a cenar Javier, mi mujer y un servidor. Lo típico uno con la emoción de saber que no es estéril y al mismo tiempo con el disgusto de saber que mi mujer tampoco lo era… pues decidimos ir a celebrarlo, y allí estaba nuestro amigo Luisma, todo el verano trabajando…. (Después entenderéis estos puntos suspensivos), total que después de los saludos y acondicionamientos en la mesa elegida, -¿qué os apetece cenar?, y el Javi que no tiene saque y mi mujer con antojo, –“gamba roja”. La cosa se nos fue de las manos, al principio fue una docena, y después entre vinito y vinito cayó otra y otra y otra y ….otra…, pienso que nos pudimos comer unas 6 docenas de gambas, notaba como mi ácido úrico hacía palmas cada vez que le chupaba la cabeza a una nueva.., eso sí, la parienta, como estaba encintada, para que no le hiciera daño, esa noche solamente se comería unas 20 gambas, ah y una tarta de chocolate de un tamaño descomunal, pero el alcohol doy fe que no lo cató..

   Lo mejor estaba por venir, -la cuenta…, viene Luisma, empieza a hacer cuentas a pasar hojas y hojas de su libretica, en voz baja y mirando para los lados -“son 15 euros”./ Nos miramos Javi y yo, – Luisma te hemos pedido la cuenta,/ - ya os lo he dicho, que tocáis a 5 euros, que me deis 15 euros, rápido... Total que ese día estaba yo generoso y decidí invitar a mi tocayo a cenar... Pagué la que vulgarmente se conoce por dolorosa, aquella, por cierto, “gozosa”.

   En fin para bajar la cena y calmar las penas, por “la follada”, uy, perdón, quería decir por el “folle” que me habían pegado…, decidimos irnos a un Pub cercano, a tomar unas copas  mientras tanto, esperábamos a que saliera Luisma de trabajar. Supongo y no os lo tendré que volver a explicar, ha quedado claro ya, porque tuvo la culpa Luisma de que mi hija tenga el color del pelo naranja, bueno Luisma o el atracón de gambas que se metió mi mujer aquella calurosa noche estrellada. Quizás si en vez de gambas,  hubiera tomado una tortilla con cerveza, la nena hoy sería rubia. Así que, no busquéis la postura, ni la luna, las noches que andéis buscando niños. Una vez, que ya la tengáis preñada elegir un buen restaurante, eso si, ya os digo que vuestra mujer tiene que ir más o menos de unos dos meses. El pelo moreno creo que es con los calamares, pero de eso no estoy seguro. Además otra prueba que avala mi planteamiento, ¿habéis visto alguna vez un negrito del África pelirrojo? Ellos tampoco una gamba…

  Aquí tenéis el ejemplo de una nena coloreada con gamba. Si os fijáis en el detalle, la niña aparte de ser muy guapa y parecerse al padre, tiene el pelo rojo ondulado. En este caso, el coste fue de 5 euros, no obstante yo recomiendo no comáis de menú que hay muchas metidas con el tema de los langostinos congelados. No puedo asegurar que hagan el mismo efecto.

 

   Ahora os voy a explicar, lo de los puntos suspensivos de más arriba. Antes comentaba que Luisma, estuvo durante el periodo estival trabajando en ese restaurante…. Pues bien todo el verano hasta ese día.. Al Pub  que llega nuestro amigo cabizbajo, – Luisma tómate una que te invito (seguía estando generoso) / medio llorando nos dice: -“que me han echado”,/- pero ¿Cómo?¿ qué dices?, / - que eso, que mi jefe me ha preguntado lo que había cobrado en vuestra mesa y no podía mentirle, cuando le he dicho que 15 euros no sé porque se ha enfadado tanto y el muy canalla me ha largado…/ pues la verdad es que no lo entendimos en su momento y a día de hoy seguimos sin entenderlo… total que aquel día nos enfollonamos a la salud del dueño del bar.

Anoche, tomando unas cañas, con mi tocayo, recordamos, toda esta historia que os acabo de contar. Dudamos en ir a cenar al restaurante donde trabaja ahora Luisma, pero pensamos que mejor no, aún lleva poco tiempo trabajando en él…

No todo va a ser entrenar, consuelo del que está lesionado.

  Ayer alguna recondida neurona de un amigo, se desató retumbando por su cerebro una y otra vez, la dulce voz de Annie. Colgó este video en facebook, cuando escuché la canción y reconocí la voz, mis ojos brillaron de emoción. Enseguida se lo puse a mi pelirroja, me vi reflejado en ella, yo tendría su edad entonces. No puedo describir con palabras, lo que sentí, parecía estar fusionado en mi hija, y ella en mi, sus ojos vidriosos delataban estar sintiendo lo mismo que yo, fue nuestro momento mágico...

¿Hay algo en este mundo más mágico que la música? Nuestra vida está escrita en notas y versos....(Humberto Mctochi).