El último día de la Navidad

Aquella noche estaba lloviendo, por la mañana fui a trabajar, era lunes y continuaba lloviendo. Desde que salí de casa sabía que aquel día sería distinto, que ese día algo cambiaría en mi vida.

Ahora recuerdo cuando era niño, sinceramente creo que he sido un niño muy feliz, si lo pensara bien podría decir que he sido "el  niño más feliz del mundo". La vida siempre me ha sonreído, “siempre”, menos aquella vez…

Mientras escribo, miro a mi hija, está recostada sobre mi, y miro a su madre, como la acaricia, como la mima, pienso en como la cuida, ahora se ha quedado dormida. Me vienen a la mente recuerdos del pasado, un día yo, como ella, tuve 3 años, ¿Qué estaría haciendo yo aquella noche de Reyes?

Seguramente estaría ya durmiendo, en mi habitación, entre mis 2 hermanos mayores. Recuerdo que mi cama era plegable, recuerdo que todas las noches me cantaba una nana.

 Una vez los Reyes Magos me trajeron un coche de pedales, corría y corría por los pasillos de mi casa, dicen que destrocé los marcos de las puertas, yo solo me acuerdo que era rojo y que con el volaba. Otro año una metralleta, creo que ésta fue Papá Noel, otro un traje de portero, aun recuerdo los guantes, después una bicicleta y así fui creciendo y creciendo como vosotros, como crecemos todos.

Hoy me encuentro “bien”, quizás por eso me atrevo a escribir esto, pero no es lo mismo sin ti, no es lo mismo desde aquel día...
                                                                       Te quiero.