Correr, no está pagado

   Cuando empecé a correr de forma continua y reiterativa, hará ahora unos 5 años, no imaginaba toda la infraestructura y gastos colaterales que este deporte puede llevar consigo.

Empiezas a correr un día porque tienes entendido que practicar este deporte es sano y además barato… Unos años más tarde, mi experiencia me dice que correr de barato no tiene nada. Me explico: Todos sabemos que para correr con unas zapatillas de deporte cualquiera (más o menos), unos pantalones cortos y una camiseta tienes bastante. Todos estos instrumentos los tenemos en casa y un día te equipas con ellos y puedes practicarlo sin problemas. Hasta aquí todo bien, hemos salido a correr y además no nos ha costado ningún duro, es más, nos hemos sentido bien. Yo diría hemos disfrutado. Dos días más tarde volvemos a hacer lo mismo y la sensación de notar correr el sudor por el cuerpo es extremadamente satisfactoria. Unas semanas más tarde hemos incluso adelgazado y aquí empiezan los problemas.., porque para entonces ya es tarde, nos hemos enganchado…”Correr es tremendamente adictivo”.

   Ya no nos valen las zapatillas del mercado, ni unos pantalones o una camiseta cualquiera. En principio el problema es fácil y no muy caro de solucionar. Vas a decathlon y por 4 duros cargas, que si zapas, pantalones y camiseta Kalenji. Unos meses más tarde debutas en las carreras populares... Segundo problema, si el running engancha correr una popular ya no te digo nada… Estás perdido… Te fijas que el de al lado te mira porque corres con Kalenji, (es cierto, a mi me ha pasado). Los que no visten equipación de club corren con Nike, además de gafas de sol casi todas de moldura blanca y lentes azules o espejo y un extraño artefacto en el brazo. Claro tú, no vas a ser menos, el lunes estás nuevamente en decathlon buscando artilugios similares. Empiezas por un pulsómetro baratero. El cual a la semana lo tienes que tirar porque no te marca las pulsaciones a ti, se las marca al de al lado. Lo cambias por otro un poco más caro. Éste otro te dura dos semanas más. Así que al cabo de los meses corres con Soucony, polar, camiseta Nike y los pantalones los sustituyes por unas mallas, éstas si todavía de la marca Kalenji.

Sale borroso porque no me pagan por hacer este post.

   Con el tiempo y los kilómetros correr lleva un desgaste. El rodaje ha finalizado y el cuerpo hay que recuperarlo. Comienzas con las sesiones de fisioterapia. Como lees toda clase de artículos relacionados con el running y además empiezan las primeras molestias articulares te das cuenta que las zapatillas es importante cambiarlas cada ciertos kilómetros y ya no nos valen unas asics cualquiera, deben estar perfectamente amortiguadas. Todos te dicen que en las zapatillas no hay que escatimar. A poco que tires de kilómetros las cambias cada 3, 4, 5, 6 meses (todo lo más). De vez en cuando una escapadilla al podólogo para que te regule una plantillas

   Luego que si los complementos alimentarios: las proteínas, aminoácidos, el milagroso vitargo.. (oh Dios, que a mi todavía no se me ha revelado), el polar que no lleva navegador.., por tanto hay que cambiarlo… Luego las carreras que todas se llevan sus perras. Bueno aquí encuentras una ventaja.., si no perteneces a ningún club no te tienes que preocupar más en la vida por comprarte más camisetas para entrenar o competir. Empiezas por las carreras más baratas, el 5000 de tu ciudad, luego que si el 10000 de la ciudad de al lado, que si la media de la provincia cercana, que si la maratón de la capital de España, o de Barcelona, o Sevilla, o Valencia… Que si la gasolina, el pasar unos días con la familia.., el hospedaje. Todo está claro posteriormente recompensado…

   Y así vas sumando y sumando kilómetros al compás de sensaciones y “euritos y euritos..”.

   Pero en contra de esta particular entrada, siempre diré que “lo que se disfruta corriendo”: “No está pagado”.

  

   Y ahora si, os puedo prometer que la próxima entrada de este blog tratará de la dieta. La misma con la que Espíritu González ha conseguido perder bastantes kilos de agua y supongo que de grasa también, tan solo un par de meses sin mermar mi estado físico, más bien al contrario, me encuentro más fuerte y fino que nunca. Y lo mejor de todo sin pasar hambre, disfrutando de comer, que por supuesto también es importante.