Plan de austeridad

Cuando inicié esta aventura, prometí no hablar de política y en parte con estas dos últimas entradas no lo estoy cumpliendo… No trato de hacer daño a nadie, por supuesto esta no es mi intención. No voy a ser yo el que cambie el voto en las urnas. Sinceramente a mi me gustaría hablar en el blog todos los días de running y humor. Este post lo tenía preparado desde el mismo jueves por la noche y creerme le he dado muchas vueltas si darle al botón enter o no. Finalmente hoy domingo un impulso me ha permitido apretar el botón tras suavizar en parte el contenido.

    El jueves, al despertar vi un cielo encapotado. Quise presentir algo y unas horas más tarde, pude deslumbrar que no me equivocaba. El Ayuntamiento preparaba un nuevo plan de austeridad. 

   Quizás hay quienes nos vean como un estorbo, piensan que no servimos para nada y que estamos bien pagados. Razones equivocadas tendrán. Yo tengo otras propias.

   Madrugo, sobre las 05:10 de la mañana o trasnocho sobre las 06:30. No distingo entre laborables y festivos. Tengo una niña y en dos semanas tendré también un niño. Mi joven mujer, de 26 años se quedará muchas noches cuidándolos, sola en casa, porque yo estaré trabajando, pasando frío en mil diferentes historias nocturnas que sucederán durante este invierno. Las mismas que llevo viviendo desde hace 12 años. Será un suicidio o un asesinato. Será una detención, raro que no. Será una trifulca con palos o arma blanca. Será con unos inmigrantes ecuatorianos, magrebies o rumanos. Será con gitanos o payos. Será un robo o un atraco. Será un día aburrido. Será el marido que le pega a la señora. Será el hombre que está apunto de perder su vida si el coche atrapado, se lo lleva la corriente de una rambla desbocada, pero allí estará la policía para rescatarlo aún arriesgando su vida. Será una persecución o muchas más de una. Un accidente con muertos o con heridos. Serán las mil historias, “jamás reconocidas”, que quedarán en el olvido salvo en el que las ha vivido. ¿Será ? un día que no pueda escribir para vosotros y entonces vendrán los innecesarios  reconocimientos, las lamentaciones y las madres mías. Que bueno era, “el mejor de todos”.

    El último “¿será?”, espero que nunca sea. Que la virgen que sé, nos guarda, no tenga problemas para cumplir su labor protectora, entre otras cosas porque aunque echo mucho de menos a mi madre, ella no tiene ninguna prisa por reencontrarse conmigo. Pero virgencita, aparte de guardarnos, échanos una mano, o mejor, échales una mano a los gestores para que solucionen los problemas, paguen a sus proveedores, sin tener que tocarnos nuevamente el bolsillo.

   Menos mal que yo si que soy previsor y hoy tengo un plan. Un plan de entreno que me hace “desconectar”. Toca rodaje largo para tratar el resfriado…

Espíritu González es Javier Ramón.